13 Acción
por el clima

Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos

El cambio climático afecta de manera desigual a las diferentes regiones del mundo. Si bien los pequeños Estados insulares en desarrollo del Caribe no se encuentran entre los principales emisores de gases de efecto invernadero (GEI), están en primera línea frente a fenómenos meteorológicos extremos (huracanes, sequías, lluvias torrenciales) y a la subida de las aguas. De aquí a 2100, un país como Cuba, responsable del 0,08 % de las emisiones globales de GEI, podría perder el 10 % de su territorio por la subida de las aguas. La resiliencia climática se impone actualmente como una prioridad y una urgencia en la región.

Desarrollo de la residencia climática en Cuba

Trastornos ecológicos en Cuba

En Cuba, la subida de las aguas no es la única amenaza para las sociedades humanas y los ecosistemas. Históricamente, la adopción de un modelo económico agroexportador basado especialmente en la industria azucarera tuvo un impacto devastador en el medio ambiente. Como consecuencia directa de las actividades agrícolas, el suelo cubano se volvió fuertemente acidificado y la búsqueda de nuevos espacios cultivables favoreció las prácticas de deforestación.

En toda la isla, los científicos han observado una fuerte reducción de la diversidad de las especies locales, a favor de especies invasoras como el marabú. Esta planta, originaria de Sudáfrica, se ha propagado extensamente en Cuba, invadiendo tanto tierras agrícolas abandonadas como reservas naturales protegidas.

Actualmente cubre casi 1,7 millones de hectáreas, o sea, más del 10 % de la superficie total del país. Compite con las especies autóctonas y cultivadas, además de representar un obstáculo a nivel agrícola para la cosecha de ciertos frutos y para el mantenimiento de los bosques.

Fomentar las prácticas agrícolas sostenibles para restaurar los ecosistemas

En 2017, el gobierno cubano anunció el lanzamiento de Tarea Vida, una política ecológica de planificación sobre cien años dirigida a reforzar la capacidad de los actores cubanos para superar el impacto del cambio climático y de las perturbaciones ecosistémicas. Para apoyar sus esfuerzos, la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo Verde para el Clima de la ONU decidieron contribuir a la aplicación de este plan financiando un proyecto a gran escala, centrado en gran medida en la lucha contra la expansión del marabú.

Titulado «Incremento de la resiliencia climática de los hogares y comunidades rurales a través de la rehabilitación de paisajes productivos en localidades seleccionadas de la República de Cuba» (IRES), está centrado en la educación y en la sensibilización como palancas para el cambio.

Sus actividades de formación están dirigidas tanto a los funcionarios del Ministerio de Agricultura, implicado en la ejecución del proyecto, como a los agricultores de las 35 000 hectáreas de tierras seleccionadas.
Al final, el IRES debería posibilitar el refuerzo significativo de la resiliencia agrícola en Cuba y la rehabilitación de 15 544 hectáreas de tierras actualmente invadidas por el marabú.

El marabú es un arbusto leñoso y cubierto de espinas que puede alcanzar de ocho a diez metros de altura.

En detalle

Financiamiento del proyecto
En millones de dólares

Fuente: news.un.org

Objetivos del proyecto

Desarraigo del marabú

  • Objetivo 2022: 184 hectáreas realizadas (sobre 100 hectáreas esperadas)
  • Objetivo 2023 (intermedio): 600 hectáreas
  • Objetivo final (2027): Recuperar 15 544 hectáreas de tierras cubiertas de marabú

Número de campesinos formados

  • Objetivo 2022: 300
  • Objetivo 2023 (intermedio): 9 882 cuyo 4 615 mujeres
  • Objetivo final (2027): 15 549 cuyo 7 774 mujeres