En un momento en el que las consecuencias del cambio climático están afectando cada vez más a las poblaciones vulnerables, privadas de acceso a los recursos esenciales y a zonas de hábitat seguras y resilientes, la eliminación de la pobreza constituye un desafío prioritario de desarrollo.
En la región de América Latina y el Caribe, en 2021, casi 201 millones de personas vivían en la pobreza y 86 millones estaban en situación de pobreza extrema, es decir, el 32,3 % y el 12,9 % de la población total, respectivamente.
En los años 2000, algunos Estados implementaron a gran escala programas de asistencia para los hogares con más dificultades, basados en mecanismos de transferencias monetarias condicionadas. Por ejemplo, en Brasil, la Boisa Familia ha ayudado a atenuar las desigualdades de ingresos en todo el país y a mejorar la vida diaria de millones de familias.
familias seguidas en febrero de 2021
También han surgido iniciativas de menor escala que han movilizado herramientas y palancas de acción cada vez más creativas para la reducción de la pobreza. En Río de Janeiro (Brasil), el Instituto Pereira Passos (IPP) lanzó en 2016 la fase piloto de «Territorios Sociais» (territorios sociales). Desde 2019, este último ha recibido el apoyo de la agencia ONU-Hábitat, lo que le ha permitido ampliar su espectro y su zona de intervención.
Partiendo de la constatación de una heterogeneidad social dentro de las favelas, la ambición de este programa era ayudar a las familias más vulnerables integrándolas en los sistemas y los servicios públicos de los que a menudo se encontraban excluidas.
La implementación de Territorios Sociais se basó en una fase de diagnóstico bastante larga que permitió identificar bolsas de pobreza extrema dentro de las favelas. Así, las familias elegibles pudieron ser inscritas o reinscritas en el registro único para los programas sociales del gobierno brasileño, para que se beneficiaran de servicios básicos en materia de salud, de asistencia social, de educación, etc. "Territorios Sociais" sigue vigente, sobreviviendo a dos alternancias electorales a nivel municipal y ahora está siendo objeto de intentos de replicación.
« Hemos intentado aplicar el principio de « no dejar a nadie atrás » de la Agenda 2030. Para ello, no hemos buscado a familias pobres, sino a familias invisibles. » - Rayne Ferretti, coordinadora de ONU-Hábitat Brasil.
En América Latina
En Brasil
En Río de Janeiro
Co-autores: Olivier Dabène
y Laurie Servières
Cartógrafa: Aurélie Boissière
