Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles

En América Latina y el Caribe, la barra del 80 % de ciudadanos ya ha sido superada y numerosas ciudades se ven confrontadas con problemáticas graves de hábitat precario o de déficit de viviendas. Sin embargo, históricamente, la región ha sido un terreno propicio para el desarrollo de soluciones creativas en materia urbana y de vivienda, con una antigua tradición de construcción por ayuda mutua. En Uruguay, el trabajo pionero realizado en los años sesenta por las primeras cooperativas de viviendas permitió que el hábitat cooperativo adquiriera reconocimiento y emergiera como una solución convincente.

Agrupados en el seno de una organización paraguas, la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (FUCVAM), los movimientos sociales de hábitat y sus socios internacionales también han trabajado para difundir sus ideas y saber hacer, que poco a poco han conseguido llegar a otros países de la región y del mundo.