12 Producción
y consumo
responsables

Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles

Ante el cambio climático y la necesidad de adoptar comportamientos más responsables desde el punto de vista ecológico a escala mundial, la construcción de modos de consumo y de producción más sostenibles representa un desafío esencial. El ODS 12 destaca la importancia del compromiso colectivo de los gobiernos, del sector privado y de la sociedad civil.

Origens Brasil® : territoires d'opération

Modos de consumo y de producción que repercuten en la biosfera

La región América Latina y el Caribe, en comparación con otras regiones del mundo, como Europa o el Sudeste Asiático, se caracteriza por una huella ecológica relativamente pequeña. No obstante, ciertos de sus Estados más poblados figuran individualmente bastante alto en los rankings de países donde el consumo humano tiene más impacto en la biosfera. Según datos de Global Footprint Network, Brasil se situaba en el sexto lugar en 2018, no muy lejos de China, Estados Unidos y la India. Pero a diferencia de estos últimos, compensaba su huella «bruta» con la disponibilidad de tierras productivas y recursos naturales, capaces de absorber parte de sus emisiones de carbono.

No obstante, esta importante Biocapacidad, que la distinguía de otros países de la región —México, entre otros— o del mundo, se ha cuestionado en los últimos años, particularmente con respecto al impacto de las degradaciones que sufre la selva amazónica. Si bien a los científicos les resulta difícil medir los efectos de estos cambios, la creación de mecanismos de preservación de los recursos naturales resulta ser un desafío complementario a la construcción de modos de producción y de consumo más sostenibles.

Zoom sobre el territorio del Río Negro y algunos productores

Combinar la producción sostenible y la conservación en la región amazónica

La etiqueta Origens Brasil® ha sido capaz de combinar esta doble perspectiva. Fue creada en 2016 y apoyada en parte por el Fondo Amazonia, una palanca brasileña para financiar iniciativas virtuosas en la región de la cuenca amazónica. Al constituir una red de pequeños productores locales, de empresas y de organizaciones comunitarias que representan a los pueblos indígenas, ha trabajado por la puesta en circulación de productos de origen natural y ético, fácilmente identificables y trazables para el consumidor.

La etiqueta no se contenta con promover prácticas de producción y de consumo sostenibles, sino que también ha apostado por combinar la producción y la conservación, concentrando sus esfuerzos en actores y territorios claves en materia de preservación de la biodiversidad. Enfocada esencialmente en los empresarios, el saber hacer y las materias primas de la cuenca amazónica, se ha afirmado como una palanca para generar valor al servicio de las economías locales y del refuerzo de las capacidades de los defensores y de los habitantes tradicionales de la selva.

El Fondo Amazonia
Fue creado en 2008 por el gobierno federal brasileño para conseguir recursos internacionales destinados a financiar actividades de prevención y de lucha contra la deforestación en la región amazónica.

Administrado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), sus principales donantes son los gobiernos de Noruega y de Alemania, así como la compañía petrolera Petrobras.

A pesar de la parálisis por la suspensión de sus órganos de gobernanza en junio de 2019, ha seguido desarrollando ciertas actividades. Ha sido relanzado en 2023 con el regreso al poder del presidente Lula.

En detalle

3 328 productores
inscritos en la red

35 empresas miembros
que comercializan los productos

58 millones de hectáreas de selva conservadas
por los pueblos indígenas y las poblaciones tradicionales